Un stand up hecho de historias de la vida real, contadas con humor picoso, sarcasmo y mucho corazón. Una mirada sin filtro a lo bueno, lo malo y lo que todavía estamos procesando… donde aprendemos que hasta el revolú más grande trae algo bueno.
Natasha se sube al escenario a reírse y hacernos reír de sus caos, sus contradicciones y sus metidas de pata, demostrando que aunque vivamos corriendo por el estrés y furiosos por la misma razón, siempre queda espacio para reírnos, sanar y seguir pa’lante.